miércoles, 22 de febrero de 2017

Universos paralelos


¿Nunca pensaron que sería de sus vidas si hubieran tomado otro camino, otras decisiones?... 

Yo sí, es un pensamiento recurrente. 
Pero no lo hago melancólicamente, sólo es que mucho tiempo reflexioné sobre eso de las decisiones, es decir: que el hecho de elegir una cosa indefectiblemente anula las otras MIL posibilidades que podrían haber sido...(bueno está bien, diez, veinte…)

Será que yo siento que tuve mil vidas en esta: tuve y perdí más amigos de los que quisiera, conocí y perdí muchos amores, trabajos, oportunidades académicas y un sin fin de etcéteras. 


Obvio que la vida también manejó los hilos y que los otros también decidieron, y por eso creamos juntos esta realidad.

Elijo creer que TODOS hacemos lo que podemos, lo que sentimos… que se yo. 
Nos ‘equivocamos’ seguramente… Pero... en fin: Lo que decidimos nos hace ser quien somos hoy. 


¿Y si de verdad existen los universos paralelos? 

Si tuvieras la oportunidad de elegir.. ¿Cambiarías de vida? 

Si fuera así… ¿Cual de todas las posibilidades elegirías?...

Esta mañana me desperté de madrugada con un sueño muy vívido. Bah, 'sueño'... Era muy sofisticado y coherente para ser un sueño mío... 
Realmente siento que ví una realidad paralela a la mía.
No sé qué fue lo que me despertó e hizo que saliera en un segundo de la cama con una claridad absoluta.
Parada al lado de la cama intentaba encontrar las razones de porque me había levantado a esa hora de la madrugada. Las imágenes del 'sueño' seguían ahí, e incluso se seguían desarrollando así que me senté a escribirlas.


Me vi viajando, de mochilera, con unos amigos. Habíamos salido en un grupo grande y ese día nos habíamos dividido: un grupo había seguido avanzando y otro se quedaba acampando en el lugar en el que estábamos. Yo había decidido quedarme, pero sabía que me iba a arrepentir.
No había pasado más de una hora de la separación, cuando una pareja que estaba en mi grupo empezó a discutir como siempre hacían y automáticamente lo supe: ¡Yo tendría que haberme ido con el otro grupo! ¡Si no los aguantaba! Arruinaban todos los momentos con sus discusiones sin sentido, llenando el ambiente de mala onda y cargándonos a todos con mala energía.
Y en un viaje así, lo que menos querés es alguien que te rompa las pelotas... 
¿O me equivoco? 

Casi desesperadamente intentaba comunicarme con una amiga, Euge ❤ que estaba con Lucas en el otro grupo. Temía que hubieran avanzado mucho y no pudiera alcanzarlos, y me desesperaban las otras opciones: seguir aguantando a esa pareja de mi grupo o quedarme sola en el medio de la nada.

Seguía intentando comunicarme con Euge y nada. Casi rendida me puse a cocinar en el lugar en donde estaba, y ahí lo encontré:
mi primer amor de esta vida.

Obviamente él no me conocía, yo era la loca que tenía conciencia de los universos paralelos, no él.
En esa vida de mochilera no había sido mi primer amor: es más! Ni siquiera lo había conocido hasta ese momento.
Pero era él, era David.
 Él apenas me vió se deslumbró, como la primera vez que nos encontramos en esta vida. Yo lo reconocí y también, como en esta, lo amé desde el primer momento.

Cada cual cocinaba lo suyo en el espacio destinado para eso en el camping, pero Él no dejaba de mirarme buscando una excusa para hablarme.
Yo inicié la charla, haciéndole un chiste sobre un elemento de cocina que tenía: idéntico a uno que había visto en su casa, en esta vida. Él, extrañado con la coincidencia, me pregunta de donde lo saqué... (Era un destapador, tampoco era tan relevante de donde lo había sacado jaja) así que inmediatamente se sintió un boludo por hacerme esa pregunta.
En fin.
Empezamos a hablar: yo le contaba un poco sobre mi vida (en esa vida) y me sorprendí de saber que ahí había tenido el mismo trabajo en la administración pública, al que también había renunciado, había terminado la primer carrera que elegí -Psicología- (que en esta abandoné) y estaba estudiando mi segunda carrera que era en la Escuela de Arte, donde los conozco a Euge y Lucas (que en esta y en esa vida elegí como mis amigos ❤).
Estábamos en el medio de la charla con David cuando por fin! Euge me llamaba al celular.
Toda mi energía fue para la conversación con mi amiga. Con desesperación, intentaba saber donde estaban. 
Con su calma y equilibrio habitual, Euge me dice que habían decidido cenar en el pueblo y salir a otro día temprano.
Suspiré de alivio, pero no quería esperar más! Ya me quería ir con ellos.

Ella me explica que estaban cenando con unos amigos y que después iban a dormir, que lleve mis cosas a su campamento y que ahí nos veíamos. 
Era lo más lógico y coherente, claro.

Ella siempre tiene esas soluciones cuando uno entra en el caos jaja. Corté la llamada pero igual seguía con mi impulso de abandonar a mi conflictivo grupo de amigos. David me frena, y me pide que no me vaya, que quería conocerme, que no quería que me vaya y nunca más vernos. 
Sonreí.
Tenía razón.
 En esa vida aún no nos habíamos conocido. De antemano le expliqué que iba a ser raro explicarle el porque de nuestra inmediata conexión, pero no le importó. Estaba entusiasmado por conocerme.
Terminamos charlando un buen rato, y él terminó uniéndose a nuestro grupo, el que seguía camino al otro día.
De todas maneras el viajaba solo, y nada lo ataba.
Me hizo bien pensar que en esas vidas fuimos/somos así de libres y felices.

No tardé mucho en contarle sobre los universos paralelos (cuestión que tenía super clara en esa vida y que en ésta sólo escuché nombrar un par de veces). Enseguida le largué que en esta vida (en la que sueño con esa) habíamos sido novios por casi 4 años en nuestra adolescencia. 
Increíblemente no le costó nada aceptar la idea: eso justificaría la conexión inmediata y la sensación de familiaridad que compartíamos. En esa vida paralela era también 22 de febrero de 2017, nos habíamos encontrado con nuestra edad actual, pero con otras decisiones en nuestro haber.


Le explicaba que a través de los Registros Akáshicos (donde se registra TODA experiencia de vida), yo había tenido acceso a mis universos paralelos, y que por lo tanto era consciente de un par de mis vidas paralelas, pero que yo sólo me dedicaba a vivir esa. 
Pero era divertido pispear en las otras de vez en cuando. Él estaba fascinado conmigo, se reía mucho (igual que en mi recuerdo recurrente de él, en esta vida, donde siempre se estaba riendo :) ) 

Lo fascinante del 'sueño' es que yo, y mis amigos también, éramos exactamente como somos ahora... 
Y quizás, viendo esa otra realidad, entendí porque, hoy en día resueno tanto con los mochileros, las montañas y los viajes sin cargas. Siento que en otra vida paralela lo estoy viviendo :). 

¿Qué loco, no? 

Quizás simplemente estemos destinados a encontrarnos con determinadas personas, pero nuestras decisiones hacen que tomemos uno u otro camino... Y según lo que elijamos, nos encontraremos antes o después… 
Permaneceremos juntos, o nos separaremos… ¿Quién sabe? 

Yo elijo creer que en universos paralelos estamos viviendo todas las vidas que dejamos pendientes en esta. 



Ambos están convencidos
de que los ha unido un sentimiento repentino.

Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían
no había sucedido nada entre ellos.
Pero ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos
en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?

Me gustaría preguntarles
si no recuerdan - quizá un encuentro frente a frente
alguna vez en una puerta giratoria,
o algún “lo siento”
o el sonido de “se ha equivocado” en el teléfono -,
pero conozco su respuesta.
No recuerdan.


Se sorprenderían

de saber que ya hace mucho tiempo
que la casualidad juega con ellos,
una casualidad no del todo preparada
para convertirse en su destino,
que los acercaba y alejaba,
que se interponía en su camino
y que conteniendo la risa
se apartaba a un lado.

Hubo signos, señales,
pero ¿qué hacer si no eran comprensibles?

¿No habrá revoloteado
una hoja de un hombro a otro
hace cinco años
o incluso el último martes?

Hubo algo perdido y encontrado.


Quién sabe si alguna pelota
en los matorrales de la infancia.

Hubo picaportes y timbres
en los que un tacto
se sobrepuso a otro tacto.

Maletas, una junto a otra, en una consigna.
Quizá una cierta noche el mismo sueño
desaparecido inmediatamente después de despertar.

Todo principio
no es más que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.

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