Dragones y Hadas conviven naturalmente.

Los humanos insistimos en poner límites, separarnos y definir diferencias. Por eso nos cuesta tanto ver nuevas realidades al evolucionar.

Creo que la verdadera magia está en la integración, en la aceptación y asimilación de TODO lo que existe, visible  o invisible, haciendo foco en la consonancia del Universo, que aloja inmensidad de razas, formas y vibraciones... Aunque no seamos conscientes de ellas.

Estos días me sentí molesta con la forma que tienen ciertas personas cercanas de hacer foco sobre una realidad percibida y sólo hablar de eso, con mucha intensidad, sin registrar todo lo otro que sucede alrededor de eso. Y eso me generó tristeza.

Mi mundo es mágico.. ¿Será por eso? Veo a la par, revoloteando en casa incluso, tanto Hadas, como Dragones y Duendes, Seres Estelares y Maestros de Luz conviviendo cada uno en su dimensión, en su realidad...Todos cumpliendo su misión y haciendo lo que deben hacer.. Y así, todo en el Universo es perfecto. Todo tiene su lugar y es increíble como todo se desarrolla en la más perfecta armonía...

¿Cómo puede ser posible que generemos tantas guerras y conflictos? La estrechez mental es de las peores cualidades humanas. Ni pensar si a ella se suma la soberbia, y la creencia de que se tiene la razón absoluta, todo el tiempo! Uf... Insoportables!

Hoy, por ejemplo, mientras desayunaba en mi casa recordé, así sin más, una vida siendo dinosaurio! y fue mágico sentir desde su cuerpo, sus emociones, que eran las mías.. Era mi consciencia en su cuerpo (esto no le pasa a cualquiera, por esto, y mil ejemplos más decidí compartirlo en este blog :P)

Sentirme en ese espacio enorme siendo un ser tan inmenso, me llenó de gracia y a la vez entendí muchas cosas.. Reconocí en la historia de mi Alma la agresión y la violencia, la competencia que hoy siento tan lejanas; entendí que hoy no las elijo porque ya las experimenté. No fue fácil verme siendo semejante bestia, pero había allí un aprendizaje más que vino a expandirme un poco más ante mi molestia con la estrechez mental...

Siento que en estos tiempos se abrieron nuevos Registros, con tantas personas queriendo sanar y ver más allá, con tantos movimientos por la evolución espiritual, con tanta búsqueda y trabajo personal... El mismo Akasha nos está permitiendo llegar a las profundidades de nuestros propios Registros para seguir sanando y sanando. Entendí también que somos conscientes de este tipo de realidades cuando estamos dispuestos (y preparados) para asumir con ellas sus densidades. Reconocerlas en nuestro presente y en nuestro pasado es fundamental para entenderlas, y luego integrarlas a nuestro ser, reconstruyendonos así, poco a poco, con datos que antes no comprenderíamos por juicios o falta de herramientas, claridad, apertura. 

No es fácil sanar, pero desde que comencé este camino cada paso es más y más maravilloso. Cada nuevo recuerdo, cada nuevo contacto me hace sentir más entera, más plena. Sé que fui Dragón, Dinosaurio, Oso, Águila, Lobo y tantas otras cosas más además de humano en muchas vidas, todo eso me dió y me da un punto de vista único y mágico de la existencia. Paso a paso concilio más y más información, la abrazo y abrazo a todos los seres que hoy eligen ser otra cosa diferente a la que soy yo. Yo quizás ya lo fui, o no. Lo importante es respetar el momento de cada ser, que desde su sabiduría eligió esta forma para recordar y evolucionar.

Mi compasión hacia los animales aumenta día a día. El entendimiento hacia otras “bestias” también, aunque hoy aparezcan como humanos, u otras formas. Aunque el desafío es constante: constantemente tenemos que conciliar diferencias, y eso es una tarea ardua, porque no sólo somos diferentes por fuera, dentro nuestro conviven 12 razas diferentes (por lo menos)... y es todo un desafío SER en esta dimensión. 

Felizmente creo que son tiempos de expansión. De compartir. Nunca se sabe hasta dónde va a llegar la información - que es Luz- , que uno da, percibe, siente. El otro, aunque nunca se le ocurrió pensar sobre el asunto ni remotamente, recibe eso y a partir de ahí se abre un camino, tenue -y en penumbras-, pero ya el sendero está marcado. Y los próximos rayos de luz abrirán más y más la densidad de ese camino, hoy nuevo.

Es maravillosa mi labor, mi misión. Hoy la defino como guía, porque siento que voy abriendo caminos. Soy la que va adelante con el machete corriendo la maleza e indicando por donde es más seguro avanzar. Hay muchos como yo, pero a mí me sigue un determinado grupo de personas por las que soy “responsable”. Y el grupo cada vez se amplía más, porque ven el bienestar en los que avanzan conmigo.

Es una responsabilidad muy grande vivir en carne propia los errores, -y los intentos de-, pero es necesario para identificar cuales NO son los caminos más apropiados para avanzar en luz. Aunque ninguno es definitorio, los buenos, nos hacen avanzar un paso más hacia el próximo bienestar. 

En esta labor es muy importante el respeto a los otros: a sus tiempos y formas, entendiendo que quizás para ellos el camino marcado es ese, pero no tan así como lo veo yo. Y son sus formas. Y sus formas son perfectas. 

Es difícil mantener el límite y a la vez la función de guía, pero creo día a día voy aprendiendo más y más, indicando el mejor camino según mi experiencia pero SIEMPRE, SIEMPRE, indicando que escuchen a su propio Ser, su propio Cuerpo, sus propias emociones. Aunque día a día confirmo que coincidimos, o que llegan a mí las personas que necesitan de mis palabras, y mis formas, y mis puntos de vista. 

Se también hasta donde hablar con cada quien. Que decir, en que, de todo lo que viví, necesita enfocar esa persona para su evolución.

Me sigo definiendo, encontrando y expandiendo a cada paso, día a día... Pero sé que vine a esto: a abrir caminos, a guiar, indicar, acompañar, apoyar. Cada día lo confirmo más, aunque sé que queda mucho más por descubrir... ¡Allá vamos! :)

Vero.  

30 de junio de 2015. 

Viedma. 

Casa de Mami. 

Martes. 15:37 hs.

Planeta Tierra